martes, 9 de octubre de 2012

La Victoria De Chávez, Preocupaciones, Radicalidad Vs. Conciliación Derechista

Manuel Sutherland
Centro de Investigación y Formación Obrera (CIFO)-ALEM

El reelecto Presidente de la República Bolivariana de Venezuela Hugo Chávez, ha ganado su décima cuarta elección (de quince) en un lapso de 14 años. Este domingo 7 de octubre ha obtenido un sólido 55% (7.936.061 votos) derrotando al millonario empresario de cuarenta años, Henrique Capriles quien obtuvo el 44,39% (6.426.286)[i]. La victoria ha sido saludada con emoción por diversos Presidentes de América Latina a través de las principales redes sociales. El triunfo del chavismo es considerado como la solidificación de la propuesta latinoamericana antineoliberal y progresista [ii]. Pero, nos preguntamos: ¿Han subido o diezmado sus índices de popularidad?, ¿Qué se viene al futuro?

Una victoria con menos votos que en la última ocasión -hace 6 años-

Aún cuando el chavismo muestra sonrisas por doquier, muy en el fondo, hay preocupación por el estancamiento en los votos captados por el Presidente Chávez. Viajando en el tiempo, nos retrotraemos al clímax del chavismo, aquel vigoroso 2006 en el que ellos vencen la elección presidencial con el 63% (7.309.080 votos) contra el 37% del candidato opositor de turno -Manuel Rosales- que obtuvo apenas 4.292.466 votos. Independientemente de que falte el 4% de las actas escrutadas [iii], hubo un decrecimiento electoral del chavismo notorio. Midiéndolo en valores relativos, el chavismo perdió cerca de 9% de su votación anterior. En términos absolutos, aunque obtuvo cerca de 400 mil votos más, es de recordar que el Registro Nacional Electoral (RNE) para el año 2012, es de 18.903.937, más de 3 millones de electores nuevos se incorporaron al RNE y la abstención fue menor que en el 2006. Con todo y eso la votación chavista apenas se incrementó. Si extrapolamos el 63% obtenido en el 2006, al 55% captado en la actualidad, podemos decir que el chavismo ha perdido cerca de un millón y medio de votos[iv]. Cantidad muy significativa, teniendo en cuenta la consolidación de multimillonarios planes sociales, ayudas a los más necesitados y diversos planes asistenciales. 

Todo ello muestra evidencias de un importante desgaste, más aún si pensamos que el chavismo desplegó una enorme campaña electoral y ha aceleró una serie de transferencias directas y programas sociales masivos, con claro tinte de adhesión política. En este sentido, el chavismo recreó un ambicioso plan de Viviendas que contó con gran “ayuda” internacional, siendo ejecutado éste por transnacionales chinas, rusas, iraníes etc. Orondos, la mayoría de los chavistas de direcciones intermedias calculaban 9,5 o incluso 10 millones de votos-Chávez abogaba por ello-, sin embargo, la realidad los golpeó en el rostro. A pesar de que en la alocución en el Balcón del Pueblo Chávez haya dicho: “Fue una victoria perfecta, por toda la línea”, las expectativas eran otras.

Capriles Radonski, alguien que ganó perdiendo

Hace unos meses para una Revista argentina -El Aromo- realicé un artículo en donde explicaba los orígenes y la evolución política de Radonski[v]. Ahí destacamos el talante represivo y filo fascista de Radonski al ser él un protagonista del brutal asedio a la Embajada de Cuba en Venezuela, en las fechas que circundan el golpe de Estado -del que fue parte- a Chávez, en abril de 2002. En esas fechas, con su llave actual que iba como vicepresidente “Leopoldo López”, tuvieron actitudes infames de persecución contra varios chavistas conocidos. Sus expresiones de odio asemejaron a una noche de los cuchillos largos, versión latina. La insensatez de Radonski de buscar una escalera y trepar el muro de la Embajada cubana para “exigir” revisarla a ver si estaban allí refugiados chavistas, la pagó con varios meses de cárcel.
Sin embargo, la memoria de la derecha venezolana es corta y este personaje pudo ser capaz de ganar con mucha holgura las elecciones internas de la Mesa de la Unidad (MUD). Capriles con una campaña a todo trapo, pudo atraer vigorosamente al elector antichavista joven, segmento de altísimo crecimiento. Es notorio el rol central de la juventud en la campaña caprilista. Todos sus centros de totalización estaban coordinados por estudiantes universitarios, cosa que con el anterior candidato de la MUD, Manuel Rosales hubiera sido poco menos que imposible. No es difícil creer que el aumento en su votación, se debiera a jóvenes que recién ingresaron en el REP. Radonski se planteó ideas reconciliatorias -poco creíbles de acuerdo a su prontuario- y tuvo un éxito electoral auspicioso, partiendo de la premisa de la imposibilidad de derrotar a un chavismo plenamente consolidado y de ascendencia popular sonora. Decimos esto porque subió los votos del bloque antichavista de 4,3 millones, a 6,5 millones de votos. Un incremento relativo de casi 10% de la votación total, y de casi del 50% en la votación de la MUD, si la comparamos con el acto electoral anterior, es un éxito muy grande para una agrupación tan etérea como esa, y para un dominio electoral tan intenso como el del chavismo. Dio la sensación de ser un rival que se prepara para tomar el poder a mediano plazo (2018), en un contexto de una elección más favorable, es decir, cuando el deterioro de la popularidad del chavismo por los problemas que en la sociedad venezolana existen (inseguridad, alto costo de la vida, desempleo etc.,) sea determinante. Si se mantienen similares los crecimientos en ambos bandos, para la próxima elección presidencial, Capriles podría ser nuestro nuevo y más neoliberal Presidente.

De manera astuta reconoció su derrota e hizo llamados a la paz y la serenidad. Más importante aún, capitalizo el sueño de su partido: Primero Justicia (PJ), -clon del ultraderechista Primero Colombia, e hijo bastardo de la agrupación reaccionaria Tradición, Familia y Propiedad-,convertirse en el partido hegemónico de la oposición, el bloque partidario robusto que exterminaría a la derecha tradicional, y concentraría a los ultraliberales en su lecho. Excluyendo los votos obtenidos por la tarjeta unitaria de la Mesa de la Unidad (MUD) que agrupaba a independientes, PJ obtuvo 1.798.409 votos, el 41% de los votos de Radonski, bastante más que el segundo partido (Un Nuevo tiempo) que obtuvo casi la mitad de sus votos en el estado Zulia. Por ello, y su carácter abiertamente neoliberal y antipopular, PJ parece ser el partido más opuesto ideológicamente al chavismo (incluso por la composición directamente burguesa de sus miembros), y por ende, la opción que la derecha internacional apoyará con más decisión. Los partidos que tradicionalmente gobernaron Venezuela (AD y COPEI), ni siquiera aparecieron en el tarjetón electoral.

Podríamos decir como Bush, misión cumplida. El PJ dirigió sectariamente la campaña y velo por ahogar en el súmmum del olvido a los demás partidos nacionales. Con este capital político se plantearán una oposición mucho más férrea a la atomizada y disgregada agrupación que atacaba en dispersión al gobierno.
Casi medio electorado en contra, 45% de electores opuestos

Los días de barrido y cobro fácil del chavismo parecen haber llegado a su fin. Con casi toda la burguesía y la pequeñoburguesía en contra (con sus aparatos de propaganda ideológica y su apoyo internacional), el chavismo no tendrá la misma flexibilidad de mandato de otrora. Aunque la base popular de la oposición se siente destruida y sin esperanza (les esperan seis años más de Chávez), la cúpula está fuerte y anda en toda clase de planes para forzar al chavismo a la senda de la negociación. El chavismo en tanto, no parece buscar otra cosa que una especie de pax romana de corte bolivariano, que permita una coexistencia pacífica y un transitar conciliatorio. Es de prever que las medidas más criticadas por la burguesía (las políticamente más avanzadas) sean llevadas con mucho tino, tacto y lentitud. El ámbito de la negociación y los armisticios parece ensancharse y el país está en la antesala a un nuevo bipartidismo más marcado, si es que Primero Justicia logra consolidar el capital político obtenido.
Aunque esto suene cómodo a ambas partes en disputa, el chavismo tiene otras presiones y responsabilidades estatales a asumir en el sexenio que viene. Tener la inflación más alta del mundo, importaciones hipertrofiadas, dependencia extrema del petróleo, una sobrevaluación de la moneda exorbitada, la gasolina subsidiada al punto de costar 1 dólar llenar un tanque, producción industrial paupérrima y un endeudamiento (interno y externo) sideral; lo deben llevar a un plano en el cual deberá hacer cambios estructurales muy drásticos.
Desde el marxismo, consideramos que la senda conciliatoria arruina al chavismo y que la radicalidad puede devolver la confianza mayoritaria de las masas y puede facilitar la resolución de los problemas antes citados. La única forma que tienen sus seguidores, de resolver las dificultades estructurales que tiene la sociedad capitalista venezolana, es empujando al proceso bolivariano desde su centro-derecha, hacia la izquierda realmente socialista (lo que sería un enfrentamiento tenaz con la burguesía), o pactando con la burguesía prebendas, privilegios y concesiones que afectan de manera muy dura a la clase obrera, no solucionan los problemas de fondo y tienden a aumentar la explotación capitalista que se cierne sobre millones de trabajadores.
Por las declaraciones que se han escuchado, la idea de la dirección chavista es la conciliación y negociación abierta con el empresariado criollo y transnacional. De ser esto así, estarán a la orden del día, políticas tan antiobreras como: devaluación, aumentos de IVA, reducción del gasto social, negociación de contratos laborales colectivos a la baja, concesiones leoninas de explotación de recursos naturales a empresas transnacionales, transferencia de dólares preferenciales a la burguesía, importación masiva de bienes que se pueden hacer en el país, aumentos de salario por debajo del índice de inflación y un conjunto de medidas de ajuste macroeconómico que el gobierno criticó en Radonski [vi], pero que no parece eludir del todo.
La organización socialista, la crítica y la militancia contra la burguesía, la boliburguesía y la élite de la burodolarcracia rojita, en el seno del mismo movimiento heterogéneo del chavismo, parece ser la única alternativa para sortear un ajuste económico antiobrero (escalonado) y evitar que las miserias del capitalismo criollo impulsen triunfalmente la candidatura ultraliberal y antisocialista de Capriles para el 2018.

[i] Resultados oficiales del Centro Nacional Electoral, a las 09:27 AM. Disponibles en: http://www.cne.gob.ve/resultado_presidencial_2012/r/1/reg_000000.html
[ii] Aharonian, Aram, Venezuela: Un triunfo esperado, gratificante, alentador. Fecha: 07 de Octubre de 2012. Artículo disponible en: http://www.kaosenlared.net/america-latina/item/33296-venezuela-un-triunfo-esperado-gratificante-alentador.html
[iii] Op. Cit. Cita I.
[iv] Marcano, Omar, Rabia, Dolor y Frustración en Clase Media. Disminución Porcentual Dramática de Votación Chavista respecto a 2006. Fecha: 8 de octubre de 2012. Artículo disponible en: http://comitesocialista.blogspot.com/2012/10/rabia-dolor-y-frustracion-en-clase-media.html
[v] Sutherland, Manuel, Capriles Radonski, ¿cómo es el candidato que enfrenta a Chávez? La salud del Presidente y la especulación en torno a la sucesión, Fecha: Martes, 21 de Agosto de 2012. Artículo disponible en: http://www.kaosenlared.net/america-latina/item/28172-capriles-radonski-%C2%BFc%C3%B3mo-es-el-candidato-que-enfrenta-a-ch%C3%A1vez?-la-salud-del-presidente-y-la-especulaci%C3%B3n-en-torno-a-la-sucesi%C3%B3n.html
[vi] El Documento donde los asesores en Economía aconsejan a Capriles sus primeras medidas económicas antipopulares (congelar las pensiones, subir las tarifas de los sectores eléctricos etc.,) están en este documento: http://www.ciudadccs.info/wp-content/uploads/DOC-ACCIONES-ECON%C3%93MICAS-MUD.pdf.

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