La embajada norteamericana asume nuevamente el mando. Ante la popularidad del Partido Libertad y Refundación LIBRE, las demostraciones masivas del movimiento popular hondureño conducido fundamentalmente por Frente Nacional de Resistencia Popular y el vertiginoso ascenso de la candidata de consenso Xiomara Castro de Zelaya, la pobre iniciativa de la oligarquía obliga a la embajada asumir el mando político de la situación del país.
Las fórmulas son harto conocidas por los Partidos y movimientos sociales que luchan contra el imperialismo en todo el continente. Las experiencias de los pueblos se han sabido transmitir como una tradición latinoamericana que nos previene del inminente plan de le embajada por frenar la liberación nacional.
La primera fase “Electoral” fue agotada
En principio la trampa electoral podía ser suficiente para detener a la Resistencia y su brazo político el Partido LIBRE, sumando a la gama de partidos tres nuevas instituciones políticas que también estaban al servicio abierto o discreto de la oligarquía. 8 partidos contra 1, hubiera parecido suficiente para ahogar el proyecto electoral del pueblo.
Los mercenarios al mando de los nuevos partidos debían organizarse a nivel nacional para reducir el caudal electoral del Partido Libertad y Refundación LIBRE, además debían aparecer como proyectos progresistas y hasta revolucionarios, que “le quitaran” la agenda oficial al proyecto popular.
A pesar de los esfuerzos, la administración del plan se agotó en su dirección; cuando los fondos destinados fueron usados más bien para proyectos personales que políticos. Es decir, los mercenarios no invirtieron en la formación de estructuras, sino en la compra de algunas vanidades que restó la efectividad del plan inicial. Nuevamente la embajada necesitaba asumir directamente el plan.
El guión de Lobo - Hernández
La disminución de la fuerza social fue el principal objetivo de las políticas y medidas ejecutadas por el gobierno Lobo – Hernández. Dejando sin salarios a los maestros, retrocediendo en las medidas sociales en las que había avanzado sin precedentes en la historia en Gobierno del Presidente Manuel Zelaya, reprimiendo con violencia los resultados de la crisis social, enviando al ejército para asesinar a las organizaciones campesinas, aplicando la ley antiterrorista, aprobando la ley de las Escuchas telefónicas, aprobando la ley de la extradición a EEUU de los hondureños que no “fuera seguro” juzgarlos en su propio país; el Gobierno debía mermar la capacidad de la oposición.
Al contrario de lo esperado, los altísimos niveles de corrupción y saqueo del país, condujo invariablemente a que todas las medidas –sin excepción alguna- produjeran una crisis económica y de descomposición social –elevando a lo indecible la violencia- y nutriendo las filas de la oposición política hasta de ex miembros plenos de la dirigencia honesta de sus históricos partidos tradicionales.
Nuevamente el uso de la violencia del Estado
Ante la irremediable situación de la incapacidad estructural de la oligarquía, la embajada pasa al uso de la fuerza del Estado para neutralizar o eliminar a la oposición. Actualmente la embajada cuenta con perfiles definidos de los y las dirigentes del FNRP y el Partido LIBRE. Mantienen seguimiento riguroso y específico de los cuadros de la izquierda que tienen grados de decisión en el proceso y se plantean ya los métodos para aniquilarlos.
El control telefónico se hace tan descarado como en el momento del golpe de estado. La dirigencia escucha ecos en sus teléfonos, reciben llamadas de desconocidos que preguntan nombre y ubicación, reciben mensajes sin sentido que son utilizados para determinar la posición de los aparatos y sus dueños.
La oligarquía colombiana está presente en toda la operación
Si bien las tristes 10 familias que controlan el 90% de la pobre economía hondureña, hizo clavos de oro con el golpe de estado, el verdadero negocio continua siendo el pago que reciben por el uso del territorio nacional, del ejército y la policía para el trasiego de drogas con destino a los EEUU. Tanto es así, que dos equipos colombianos –instalados por propia recomendación de Álvaro Uribe- operan en el seguimiento de la oposición muchas veces con mayor autonomía que los propios equipos de la inteligencia norteamericana (CIA).
Mauricio Villeda, sigue al pie de la letra el guión, al igual que los candidatos de los 8 partidos de la oligarquía. No obstante el planteamiento estratégico de Lisa Kubiske y el Departamento de Estado sigue siendo equivocado.
Nada podrán con la avalancha popular…
¡Venceremos!
¡Necedad!
OPLN
Martes 15 de mayo de 2012, Tegucigalpa, MDC. Honduras CA.
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